martes, 11 de enero de 2011

¿Cuál es el resultado del bautismo del Espíritu Santo?

Esta entrada esta basada en el capítulo 12 de libro La Venida del Consolador de Leroy E. Froom y esta escrita como reacción a la lectura de ese capítulo. Recomiendo la lectura de este libro.


El carismatismo en que el mundo religioso se haya embuído no puede hacer pensar que los resultados de el bautismo del Espíritu son actividades sobrenaturales, milagros portentosos y aunque no dejamos de creer que estas cosas sucedan, como sucedieron en el pasado, no son más que habilitaciones otorgadas por el Espíritu Santo si el cree que son necesarias. No deben transformarse en una marca que identifique a aquel que ha recibido la unción del Espíritu.
¿Cuáles son las consecuencias de la unción del Espíritu Santo en nuestra vida?
1. La presencia de Cristo: Recordemos lo que Jesús mismo expresó "y yo rogaré al Padre, y Él os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre; el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis; porque mora con vosotros, y estará en vosotros. No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros." (Juan 14:16-18)
El espíritu Santo produce en la vida del Cristiano una conciencia plena de la presencia de Cristo en su vida.
2. Semejanza a Cristo: Es el Espíritu Santo el que obra en nosotros convenciéndonos de nuestra falencias y llevándonos a los pies del único capaz de transformar nuestra vida. Es el poder del Espíritu el que lima nuestras asperezas y nos hace llegar a ser hijos de Dios. "Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando Él apareciere, seremos semejantes a Él, porque le veremos como Él es." (1Jn 3:2) Esta maravillosa obra de la que habla el apóstol Juan no es solamente un hecho que se dará en el fin del tiempo, ante la venida de Jesús, para que esto llegue a ser la transformación debe comenzar hoy y sólo al ser llenados del Espíritu Santo cada día la viviremos.
3. El poder de Cristo. Ese mismo poder que se evidenció en los apóstoles, cambiándolos de un grupo de tímidos y miedosos hombres a paladines de la predicación. Quitando el miedo de sus corazones lo lleno de tal amor por las almas que llegaron a ir a los confines de la tierra y entregaron sus vidas por llevar a otros el mensaje de la salvación.
Esta obra no es una obra puntual está lejos de ser la experiencia estática que hoy se le atribuye a la unción del Espíritu Santo y que se demuestra hablando en lenguas, sanando o profetizando sin realizar un verdadero cambio de vida en el receptor. Es una experiencia dinámica un proceso en el cual cada día debemos ser llenos del Espíritu para ser testigos de como se realiza el mayor milagro de todos, la transformación de nuestras vidas


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